cronicas3_1redLa escuela es una de las realidades más transformadas por la globalización y la revolución tecnológica. Pasear por el Gimnazjum Número 1 M. Roberta Shumana, en la calle Tyniecka 25, permite comprobar cuanto se parecen los alumnos polacos y los españoles y cuanto se diferencian de sus padres en la forma de entender la vida y el mundo. Sentados en el último banco de una clase de matemáticas, vemos como se explica geometría con procedimientos anteriores a la caída del muro y como se termina la sesión con un juego de verdadero y falso en la pizarra digital. El pasado y el futuro son parte de un sandwich esquizofrénico. Smart phones, vuelos low cost, Zara, H&M, exámenes Pisa, Walking Dead, Frozen, Katy Perry y Pharrel William, el Fifa15, el proyecto Comenius y las aspiraciones de alcanzar el B2 de Inglés. Se amplía el marco de referencia y aumentan las turbulencias. El turbocapitalismo del siglo XXI ha ampliado el campo de batalla y la competencia es ya global. La escuela, como la ciudad, la familia, la tecnología, el amor, la política, la geografía y otras realidades transita por un mar de cambios y sacudidas que están trasformando su ADN; mientras, los profesores perplejos, intentamos mantener el rumbo sin saber si la brújula y los mapas son ya los adecuados.cronicas3_2red

El sistema educativo polaco tiene vocación de competir mientras en el español aún pesa la voluntad de integrar a todos los alumnos tan extraña a las lógicas del mercado. Sentados en ese pupitre final de la clase de matemáticas parece, unas veces, que estemos en el pasado: papel diferenciado, poderoso y muy institucional de la directora con respecto al profesorado, clases de Educación Física de chicas por un lado y chicos por otro, un cura con sotana, etc; y otras, por el contrario, parece como si estuviéramos visitando nuestro futuro: exámenes externos al final de la secundaria y bachiller; competencia entre centros que eligen a sus alumnos y posibilidades de éstos de especializarse en idiomas, ciencias,… en función de su posición en el ranking. En Polonia a los alumnos que les van bien las cosas les va muy bien porque se concentran en ellos muchos recursos mientras que a los que les van mal en el proceso de educación-aprendizaje parece que sólo les resta esperar a cumplir la edad para desaparecer.

Stalin, el Gran dictador de la pesadilla roja, decidió un día que si el cielo de Berlín tenia ángeles el de Varsovia tendría una torre hasta las estrellas. En 1952 empezaron las obras y en 1955 se inauguró un edificio de 236 metros y 3000 habitaciones; El Palacio de la Cultura y la Ciencia se convertía con su gigantismo hiperbólico en uno de los ejemplos más puros de la arquitectura del poder. Es comprensible que esa afirmación de la dominación soviética no gustara al pueblo polaco pero, pasadas tres décadas, el edificio ha ido ganando nuevos significados y es ya visto como el gran símbolo de una ciudad que disfruta de la ayuda de los fondos de desarrollo regional europeo. La torre entre neoyorkina, neoclásica y pastiche organiza en torno a ella el horizonte de una ciudad que se esfuerza por olvidar lo peor de su pasado.

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El Palacio de Cultura y la Ciencia tiene en su primera planta un teatro como la Scala de Milan con capacidad para 2880 personas. En 1967 los Rolling Stone dieron allí un concierto; fue en ese momento cuando un trabajador de los astilleros Lenin de Gdnask, Lech Waleça, y un sacerdote nacido en Wadowice, Karol Wojtyla, comprendieron que el futuro de Polonia sería capitalista o no sería.

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Uno de los métodos de factorización de polinomios, junto a las igualdades notables, es el de sacar factor común.

Llamamos factor a los términos de la multiplicación, así pues, si tenemos por ejemplo:

6 + 12 + 18   podríamos escribir

6 + 2. 6 + 3 . 6

Y vemos que el número 6 aparece en los tres sumandos. En este caso el 6 es el factor común y escribiríamos

6.(1 + 2 + 3)

Y leeríamos 6 factor común de ( uno + dos + tres)

Esto tan sencillo ocurre en álgebra y veremos que el factor común puede ser una  o más letras y números.

5x4 + 10 x3 +15 x = 5x( x3 + 2 x2 + 3) En este caso el factor común, es decir el que se repite en todos los sumandos es 5x

Os dejo el siguiente vídeo para practicar lo visto en clase

Varsovia es ciudad horizontal donde el cielo y el suelo se confunden muy pronto. Los edificios de cemento se repiten aburridos a ambos lados de la avenida; son construcciones que querían ser sociales y se quedaron en tristes en su geometría sin adornos. Hay tanto vacío entre fincas que parece que la realidad este aún por terminar. Si de repente sopla el viento, la vida se vuelve hostil y los tranvías amarillos que recorren el centro de la avenida se llenan de resignación fría y caras enrojecidas. Varsovia se viste con ropa modesta y caras de cansancio pero se nota en los jóvenes que hace tiempo que Zara llegó al centro comercial.

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