Stalin, el Gran dictador de la pesadilla roja, decidió un día que si el cielo de Berlín tenia ángeles el de Varsovia tendría una torre hasta las estrellas. En 1952 empezaron las obras y en 1955 se inauguró un edificio de 236 metros y 3000 habitaciones; El Palacio de la Cultura y la Ciencia se convertía con su gigantismo hiperbólico en uno de los ejemplos más puros de la arquitectura del poder. Es comprensible que esa afirmación de la dominación soviética no gustara al pueblo polaco pero, pasadas tres décadas, el edificio ha ido ganando nuevos significados y es ya visto como el gran símbolo de una ciudad que disfruta de la ayuda de los fondos de desarrollo regional europeo. La torre entre neoyorkina, neoclásica y pastiche organiza en torno a ella el horizonte de una ciudad que se esfuerza por olvidar lo peor de su pasado.

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El Palacio de Cultura y la Ciencia tiene en su primera planta un teatro como la Scala de Milan con capacidad para 2880 personas. En 1967 los Rolling Stone dieron allí un concierto; fue en ese momento cuando un trabajador de los astilleros Lenin de Gdnask, Lech Waleça, y un sacerdote nacido en Wadowice, Karol Wojtyla, comprendieron que el futuro de Polonia sería capitalista o no sería.

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Varsovia es ciudad horizontal donde el cielo y el suelo se confunden muy pronto. Los edificios de cemento se repiten aburridos a ambos lados de la avenida; son construcciones que querían ser sociales y se quedaron en tristes en su geometría sin adornos. Hay tanto vacío entre fincas que parece que la realidad este aún por terminar. Si de repente sopla el viento, la vida se vuelve hostil y los tranvías amarillos que recorren el centro de la avenida se llenan de resignación fría y caras enrojecidas. Varsovia se viste con ropa modesta y caras de cansancio pero se nota en los jóvenes que hace tiempo que Zara llegó al centro comercial.

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Hoy hemos llegado a Varsovia, después de una noche casi sin dormir y del viaje en avión desde Alicante hasta el aeropuerto de Modlin, al norte de Varsovia. Las familias y los alumnos polacos, nos esperaban en el centro de Varsovia, junto a la altísima torre del Palacio de Cultura. Desde allí, cada uno se fue a la casa donde va a pasar esta semana. (más…)

Como cada año, dentro de nuestra semana cultural, hemos ido a pasar una estupenda mañana de actividades, talleres y juegos en el parque de L’Eixereta. Una fantástica mañana de convivencia y diversión para todo el colegio.