Exercicis interactius per millorar la nostra ortografia: (más…)
Dentro del proyecto de periódico escolar Prensa2, todos los años hacemos una encuesta sobre diferentes temas. Cada cuatro años, coincidiendo con las elecciones locales de Burjassot, aprovechamos para hacer una encuesta sobre la intención de voto en nuestro municipio.
El día 27 de abril, salimos 2º y 3º de ESO a encuestar a casi 500 personas. Nos distribuimos en cuatro lugares diferentes de Burjassot, preguntando a votantes con una distribución de edades proporcional a la pirámide de población.
Posteriormente, la clase de 2º de ESO en el aula de informática, introducen las encuestas una a una en una hoja de cálculo para poder trabajar los resultados de la encuesta.
Para ver los resultados de la encuesta: blog del periódico Prensa2
Hoy hemos llegado a Varsovia, después de una noche casi sin dormir y del viaje en avión desde Alicante hasta el aeropuerto de Modlin, al norte de Varsovia. Las familias y los alumnos polacos, nos esperaban en el centro de Varsovia, junto a la altísima torre del Palacio de Cultura. Desde allí, cada uno se fue a la casa donde va a pasar esta semana.
Por la tarde, fuimos a visitar del Barrio Antiguo de Varsovia. Un conjunto arquitectónico muy bonito. Recorrimos todos juntos sus calles y plazas. Después de pasar la tarde y con el cansancio acumulado de todo el día, nos fuimos a descansar, al día siguiente nos tocaba el primer día en la escuela.
Hoy tocaba el primer día en el colegio. Comenzamos a las 8 de la mañana con una visita a la escuela para conocer las instalaciones. Luego los alumnos realizaron las diferentes actividades del día y comieron en el comedor escolar.
Por la tarde fuimos a visitar el Museo del Levantamiento de Varsovia.
El fin de semana lo hemos dedicado a estar con las familias, pero aprovechamos el sábado para visitar todos juntos el Centrum Kopernik. El domingo algunas de las familias se desplazaron a la localidad de Cracovia.
Hoy pasamos la mañana en el colegio, asistiendo a clases de Inglés en diferentes grupos y a clase de Matemáticas, donde podemos interactuar con la pizarra digital.
La actividad que hacemos por la mañana son unos talleres artísticos y la confección de un mural del proyecto. Por la tarde vamos a dar un agradable paseo por un bello parque.
Para acabar la semana tenemos un taller de gastronomía típica de Polonia por la tarde, en un bonito lugar a las afueras de Varsovia.
Hoy regresábamos a España por la mañana. Madrugón, despedidas a pie de autobús y vuelo de casi cuatro horas de regreso a casa.
Hay un cuento de Cortazar en el que un atasco impresionante bloquea todos los accesos a París, los coches parados sin poder moverse provocarán que se desarrolle una nueva vida, con nuevos vecinos, como nuevos roles y nuevas afinidades. En el intercambio, los estudiantes polacos y españoles crearon una comunidad donde fueron cristalizando nuevas relaciones sociales y afectivas. Dos semanas de convivencia y muchas horas de contactos en las redes sociales son toda una vida. Al poco de comenzar la vida juntos ya se comportaban como un sólo grupo sin importar las barreras idiomáticas y culturales. Cuando el jueves a las siete y cuarto de la mañana arrancó el autobús que ponía punto y final a la experiencia todos comprendieron de repente, como los conductores y viajeros de París al ver las carreteras desbloqueadas por fin, que volver a la normalidad significaba perder aquella nueva vida que se había hecho cotidiana. Algún corazón adolescente aún lo está lamentando.
Dicen que hay sentimientos, errores y visiones distorsionadas que se corrigen viajando pero no lo tengo tan claro; mientras algunos alumnos y alumnas la experiencia se les había hecho corta y pedían algún día más, otros sólo querían volver para comer la comida de la mamá. Algunos viajan para descubrir nuevos mundos y otros para reafirmar lo que ya pensaban de antemano. A nosotros conocer y trabajar con Liliana y Agnieszka nos sirvió para comprobar cuantas cosas en común compartimos los profesores de la galaxia y para disfrutar y aprender con su entrega, generosidad, compromiso y buen humor. Desde la torre del Palacio de la Cultura y la Ciencia vimos Varsovia a nuestros píes y nuestros paseos, actividades y conversaciones con ellas nos permitieron asomarnos a otras mundos y a otras vidas ¿Se acuerda Don Juan qué vértigo tenía servidor en lo alto de la torre y qué pequeño se veía todo? Si van alguna vez por Varsovia dense una vuelta por la Universidad de de la Ciudad Vieja. Tengo que ver sin falta El Pianista de Romand Polanski, es lo menos que puedo hacer.
La Historia es un gas inflamable, se puede ignorar, ningunear, aislar pero al final termina apareciendo en unas casas apunto de desplomarse en el barrio de Praga, en un cruce de calles que parece anónimo, en el ático de una casa de un barrio burgués donde el pianista Wladyslaw Szpilman estuvo refugiado, en una calle de adoquines por donde un puente conectaba el pequeño gueto y el gran gueto. En el cementerio judío nos encontramos con la tumba de Zamenhof, un soñador polaco, súbdito del imperio ruso, que se esforzó por elaborar un idioma universal, el Esperanto, para ayudar a la armonía y comunicación de los pueblos.
La historia de Varsovia guarda mucho dolor en sus arrugas y es fácil encontrar entre sus edificios, calles, parques y plazas recuerdos de actos valientes y de tragedias. El Museo del Levantamiento es un canto al heroísmo polaco y a todos esos jóvenes que se atrevieron a enfrentarse a la maquinaria nazi. El museo judío es otra cosa, construido hace un año y con vocación interactiva, es un intento institucional de honrar al pueblo judío, evitando subrayar la brutalidad del holocausto. Hay que estar aquí para darse cuenta de que el tema es ambivalente, poliédrico y ambiguo. Los polacos no siempre se mostraron solidarios con los judíos, también hubo delaciones, insensibilidad, miserias, cobardías. Resulta menos conflictivo llevar a los alumnos al Museo de las Ciencias Kopernico, uno de los mejores en su género, que tener que enfrentarse con estas contradicciones.
Todo el brutalismo de la arquitectura que se impuso en los sesenta configura la ciudad mientras toda la anarquía capitalista de rascacielos, centros comerciales y edificios de estética dudosa que explosionó tras la caída del muro se concentran en torno al Palacio de la Cultura y la Ciencia.
Después de estos días en Varsovia no hay duda de que Juan Pablo II fue para muchos polacos más importante que Elvis. Preguntar por las huellas de la dominación soviética es un signo de hostilidad. El conflicto de Ucrania les recuerda todo los días que la Guerra Fría, que creíamos un capítulo triste más de nuestra historia del Siglo XX, se puede recalentar en cualquier momento. Qué se vayan preparando nuestros compañeros polacos para cuando se acaben los fondos estructurales que le inyecta la Unión Europea porque los Estadios de Fútbol Nacionales, las líneas de metro modernas con pocos usuarios y los edificios de oficinas para alquilar suelen dar muy poco empleo.